De la madre, ese es el homenaje de un hombre a quien le otorgó la vida. Amaren es una bodega localizada en la zona alavesa de la denominación de origen Rioja que apela a la unidad de una familia entorno a un proyecto vitivinícola, en donde sobresale el nombre de Juan Luis Cañas, un hombre que quiso sentar las bases de un homenaje eterno a su madre fallecida y lo hace con el propio dominio pero también con una referencia viñedos seleccionados en perfil crianza que apuesta por la variedad tempranillo y que desde el año 1995 defiende en el mercado con más que orgullo y dignidad. Angeles estoy seguro que sigue sus evoluciones desde el otro lado. Con un pequeño aporte de uvas de la casta garnacha, y con fruta cosechada en viñedos con una antigüedad de cuarenta y cinco años, sobresale desde el interior de la copa por una profusa corpulencia, una apetecible ducha de fruta y una preponderancia expresiva de la fruta madre, sin envoltorios ó intrusiones de la madera, que aporta lo justo y deseable sin marcar mayores pretensiones. Vendimia manual y mesa de selección que preside la actuación durante la llegada de los racimos a bodega, los granos de uva pasan a depósitos de hormigón donde se lleva a buen termino la fermentación alcohólica, completando el proceso con una maduración de doce meses en barricas de madera de roble, en porcentaje paritario, nuevas de americano y segundo año de francés. Origen en viñas con asiento en suelos de componente calizo y arcillo calcáreo con presencia de cascajos, y dispuestos en terrazas y laderas. Tras el descorche y primer servicio asoman tonalidades picota y destellos violáceos suaves, armando en la proximidad aromática nostalgias de fruta roja y negra en sazón, flores y algunos finos especiados, líneas balsámica en el fondo. La entrada en boca es plena y robusta, despliega un buen tono de acidez, muy en la línea de los vinos de la zona, armando volumen y paso aterciopelado, taninos marcados que ensalzan la consistencia del vino, recreando ducha de fruta. Buena longitud, llegada al final mostrando recuerdos similares a la vía aromática y dejando en el ultimo punto sensaciones terrosas muy insinuantes. Es esta una añada virtuosa, dotada de complejidad, equilibrada y profusa en sensaciones. Se disfruta, tiene peso y personalidad. Recurriendo a una frase del escritor y periodista sueco Stieg Larsson, el arte de la seducción siempre consiste en dar con los puntos débiles de los seres humanos. No es la única pero Amaren es una de esas bodegas de la denominación de origen Rioja que siempre logra dar con mis puntos débiles, de lo cual estoy muy agradecido.
Puntos El Alma del Vino : 17’50/20.
Comentarios
Publicar un comentario