Carlos Sánchez Las Bacantes Garnacha Viñas Viejas 2019.

 


Las Bacantes es una obra trágica de uno de los grandes poetas de la antigua Grecia, Euripides, en cuyo desarrollo se citan los ritos en honor a Dioniso pero también un diálogo entre dos venerables ancianos Tiresias y Cadmo en el que el primero de ellos le explica al segundo que el dios de la fertilidad y el vino fue quien llevó el vino a Grecia y que con ese fluido se produce el dulce placer del sueño y el olvido de los males. Del año 409 AC al presente, muchas vendimias han transcurrido y Carlos Sánchez, el padre espiritual de esta Garnacha, es fiel testigo de ello, al menos de algunas. En la Sierra de Gredos comenzó a laborar la viña en 2014 y en Cadalso de los Vidrios se estableció, para suerte de quienes disfrutamos de esta variedad y esta zona de la geografía vitivinícola de nuestro país. Las uvas de Garnacha con las que Carlos elabora Las Bacantes, nombre de la parcela de suelos con presencia de cascajo, ácidos y arenosos de origen granítico, surgen del ciclo vegetativo de viñas gestionadas bajo el patrón de la agricultura ecológica. Tras la cosecha del fruto, la uva se encuba con raspón en continente de depósito abierto, acometiendo diarios prensados. Fermentación del mosto resultante durante cuarenta jornadas con presencia de levaduras autóctonas.

Maduración final, antes del embotellado que se prolonga durante trece meses en barricas de madera de roble. En copa parada, tras el descorche, muestra una cromática rubídea, limpio y brillante, amaneciendo en la cercanía olfativa con nostalgias de fruta roja en sazón, fresca y con guiños de confitura, rosas y matorral de monte bajo, muecas de hierbas aromáticas, balsámicos y algún punto especiado fino. Sabroso y con un matiz que me recuerda a kirschwasser, aunque este en segundo plano. En boca amanece fresco y rollizo, dicharachero, con buen lineal de acidez, con los taninos marcados y un tic de astringencia de esas que yo nunca considero molesta sino más bien de agradecer porque plantea enjundia y personalidad. Buena persistencia y una serena verticalidad. Una grandísima demostración de que las Garnachas de Gredos tienen longitud, identidad y un presente y futuro dignos de aplauso y elogio. Me declaro fan total. Ay, Tiresias y Cadmo, vaya vino os perdéis.

Puntos El Alma del Vino : 18’50/20.

Comentarios