Burbujas y elegancia. Distinción. El Colin Les Grandes Terres en edición de cosecha 2013 es un champaña Grand Cru Villages que se elabora a partir de uvas de la casta chardonnay, que cumplen su ciclo vegetativo en viñas asestadas en suelos de componente blanco arcilloso, limoso y de tiza. Con proceso de fermentación alcohólica en depósitos de acero inoxidable y sin maloláctica con trabajo de maduración sobre lías durante siete años. En compañía de Jordi Melendo, autor de varias guías de Champagne y Ambassadeur du Champagne en España en el año 2011 disfruté degustando un vino refrescante, lleno de complejidad y armado con un amable perfil de fruta que sirve de mascarón de proa, jovial y profunda. Las levaduras muertas, las famosas lías, imprimen carácter al conjunto dando muestras de que nada se basa en un juego de lotería sino más bien lo contrario, existen muchas horas de trabajo meticuloso en este champaña que surge al mercado desde el dominio de Richard y Romain Colin, avalados por una viticultura Haute Valeur Environnementale, con garantía de que las labores agrícolas utilizadas preservan el ecosistema y reducen al mínimo la agresión contra el medio ambiente. Un valor añadido que la legislación francesa defiende y protege. Diez hectáreas de viñedo en propiedad para una producción anual de noventa mil botellas. Inmerso en la copa descubro un buen despliegue de burbuja, dorado de armoniosa regularidad, alzando una cromática amarilla brillante y limpia, con algunos finos reflejos dorados, sentimiento aromático siempre representando a la fruta que le da vida, mandarina, naranja escarchada, membrillo y guiños finos de melón, especiados ligeros en segundo plano y algunas notas balsámicas menos apreciables. Boca muy elegante que aparece aportando gestos de frescura envidiable y traza sabrosa de acidez, largo y ancho, apacible en las formas, profundo en el fondo. En los últimos compases de la sinfonía hay recuerdos de mineral salinidad, sello más que seguro del suelo que sostiene las viñas de donde procede la chardonnay que le da luz. Equilibrio, volumen y excepcionalidad. Un gran champaña en una edición de vendimia magnifica que manda señales ópticas y sensoriales al agradecido catador desde el primer segundo en el que llena la copa desde el descorche. Alabada tiza de Champagne, gránulos de calcita, fósiles de moluscos de la era secundaria, que aporta porosidad dando vida a depósitos naturales de agua benemérita en épocas de sequía, capilar auxilio que tras una tensión hídrica moderada, faculta una magnifica balanza entre ácidos, azúcar y precursores aromáticos de la fruta madre.
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