En su edición de cosecha 2021, La Zarcita de Palacio Quemado, escenifica un referente de los Vinos de Pago de España, acreditando una desenvoltura de vino proyectado con fluidez, fino en su proyección y ampuloso en la llegada. Su nombre hace mención a un río que atraviesa la finca, en la que las vides que aportan las uvas que le dan luz cumplen su ciclo vegetativo. Lo puedo definir como sutil, intencionado, con una buena línea de acidez, suave y amable, pincelando una expresión tánica pulida y golosa que le da empaque, buen crédito de persistencia. La expresión aromática exhibe nostalgias de fruta roja en sazón, lavanda y tics de piel de naranja, algún guiño balsámico y bombón inglés, sugerencias de pimienta, baya seca del Schinus Molle, y una nota más débil de terrosidad. Estética limpia y brillante, con un cromatismo rojo picota con reflejos grana. Un vino multivarietal con especial presencia de uvas de Garnacha Tintorera y Syrah. Su vinificación se inicia con una entrada de la fruta en depósito casi sin estrujar, evitando que se rompa, comenzando la fermentación usando levaduras autóctonas, llevada a buen término en tanques de acero y hormigón, y una posterior fermentación maloláctica en barricas. Para acabar, se procede con una maduración de una parte mayoritaria, durante un tiempo de ocho meses en barricas de segundo y tercer año de quinientos litros, madera de roble francés procedente de los bosques Allier, Vosges y Nevers. El resto del vino tuvo su crianza en depósitos de hormigón. Ensamblaje de las diferentes variedades y embotellado. Una gentil caricia, que como escribió el gran Antonio Gala en su obra Quintaesencia, la caricia, en efecto, es un prolongado y hermoso viaje.
Puntos El Alma del Vino : 17/20.
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