Después de asistir, hace ya unos años, por los Primeur de Burdeos, uno y es inevitable, se queda en la memoria con paisajes, bodegas y dominios, personas, vitivinicultores y vitivinicultoras, que de algún modo, cuestión de sentimiento y empatía, te llenan más que otros. Un ejemplo de ello puede ser para mi la familia Boüard. Y es que su calidad como anfitriones, cuando catas cada una de sus etiquetas, responde al término hospitalidad. A quienes conocí en persona, siempre les estaré agradecido por su nivel de atención a mis preguntas de principiante y también por una cálida acogida. Hoy les voy a relatar mis impresiones sobre una botella de Chateau La Fleur de Bouard Le Plus Lalande de Pomerol en edición de añada 2010. Vino que adquirí hace ya unos años por partida doble. Y que hace unos días he descorchado. Cierto que una la bebí años atrás. Y que saqué mis conclusiones sobre un gran vino bórdeles. Hecha la introducción, viene la cuestión : que capacidad de guarda tiene una edición de cosecha 2010, abierta en 2023, en lo que se refiere a un vino de Lalande de Pomerol. Estamos delante de un Merlot potente en cuyo proceso de vinificado se incluyen una maceración prefermentativa que precede a la fermentación alcohólica, seguida de otro macerado de entre cuatro y seis semanas. Maloláctica en barricas y treinta y tres meses de maduración en barricas de madera nueva de roble francés, tiempo del que dieciocho meses permanece en contacto con lías. La fruta madre proviene de viñas viejas que cumplen su ciclo vegetativo asentadas en suelos de composición de grava y arcilla. Descorcho y sirvo en copa, se nota en alguna medida el avance del cromatismo, rojo picota intenso, limpio y brillante, con algún reflejo rubídeo poco marcado, nariz que registra nostalgias de fruta negra y roja, guiño de mermelada de moras y un tic balsámico, el perfume se prolonga con cacao y brisas torrefactas. Arranca en boca con señas de una ferviente extracción, amplio, horizontal, manta de terciopelo, buen tiro de acidez, viveza, calidez y frescura en equilibrio, volumen. Los taninos se muestran golosos, pulidos y maduros. Elegante en su persistencia, los gestos finales son de sabrosa fruta negra, un sugerente guiño de amargor y una sutil marca de terrosidad. Magnifica añada, aún en 2023.
Puntos El Alma del Vino : 18/20.

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