Domaine Borgeot Santenay 1er Cru 'Gravieres' Rouge 2019.

Enfrentarse en plena Navidad al reto del descorche de una botella de vino, elaborado con uvas de la variedad Pinot Noir procedentes de Remigny, una localidad enmarcada en la zona geográfica de Saône-et-Loire, en plena Borgoña, resulta cuanto menos un auténtico placer. Cuando descubres que detrás del vino se esconde el trabajo de una cuarta generación de vitivinicultores, los hermanos Pascal y Laurent Borgeot, escoltados debidamente por una quinta, la joven Julia, hija del primero de ellos, empiezas a creer que la experiencia será muy satisfactoria. Poco menos de veinte hectáreas en propiedad, que cuidan con mimo usando abono orgánico y política de bajos rendimientos. Una familia volcada con las viñas, con el trabajo de campo y sin duda con la dedicación en bodega. Vendimia manual y selección de la fruta, que cuando llega a bodega se somete a un proceso de maceración como fase previa a la fermentación en depósitos y la maduración se lleva a buen término en madera de roble francés, durante un año, con una proporción nueva de entre veinticinco y treinta por ciento. En su estampa cromática escenifica un tono rojo picota, limpio y brillante, enviando en la proximidad aromática recuerdos de fruta roja en sazón, algún tenue ahumado de inicio, gesto balsámico, y fondo herbal. Arranca en boca con notable fluidez, apunte de sabrosa acidez, la fruta se muestra sin máscaras, en primer plano por encima de cualquier influencia del roble, franco y equilibrado. Expresa un punto de rusticidad que me agrada. Una Pinot Noir asequible, que tiene buena persistencia y unos taninos golosos y finos. El Santenay Rouge, 1er Cru Les Gravieres de Domaine Borgeot en la edición de vendimia 2019 me ha parecido todo un descubrimiento que desde luego me aporta un enfoque personal distinto sobre la varietal que algún ilustre calificó una vez como descarada. Bendito sea su descaro.

Puntos El Alma del Vino : 17’25/20.

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