A un vino tinto reserva de la denominación de origen Rioja le pido que demuestre pasado, presente y futuro, que se le note criterio enológico lo más abierto y personal posible, que despunte por encima de elaboraciones que expresen convencionalidad y que su punto de tanicidad refleje el tiempo que acredita en la fase de maduración. Dicho esto, el reserva de Bodegas de la Marquesa en edición de vendimia 2018, funciona en base a esos criterios, presentando sus credenciales con buena solvencia. Base mayoritaria de uvas de la casta Tempranillo, con un aporte menor de Graciano, dando en copa parada un escenario visual rojo picota con reflejos grana, limpio y luminoso. En la cercanía aromática, apunto memorias de fruta roja y negra maduras, en segunda línea especiados dulces y recuerdos balsámicos, más livianas evocaciones de tarta sacher y tostados. Arranca en boca muy suave, con un lineal de acidez delineado de modo óptimo, aprecio equilibrio, recorrido suelto pero intenso, taninos pulidos y maduros, con una seña buena de persistencia. Tras la vendimia y la llegada a bodega de la fruta se procede con una maceración en frío y se lleva a buen término la preceptiva fermentación en depósito de acero. Madura durante dos años en barricas de madera de roble francés y americano. A veces lo correcto no es lo más sencillo.
Puntos El Alma del Vino : 16’25+/20.
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