Bodegas Berceo Crianza 2017.

Tempranillo en base mayoritaria, con aportes menores de Graciano y Garnacha forman la estructura de este vino tinto crianza de Rioja, que en su edición de vendimia 2017, he catado, como casi siempre que puedo acompañado de papel y lápiz. Berceo remonta su existencia a principios del siglo diecinueve y tras una larga y cuidada gestión por parte de la familia Muga Barahona, fue adquirida por otro núcleo familiar, quinta generación de los Fernández de Manzanos. Empeñados en poner en valor la capacidad enoturística de la denominación de origen Rioja, Manzanos Wines incorpora a la elaboración en las bodegas del grupo, un espacio para situarse en ese campo añadido, la divulgación de la fascinante cultura vitivinícola riojana. La fruta madre que se utiliza en la elaboración de esta referencia, se obtiene de vendimias en viñas ubicadas en los términos municipales de Baños de Ebro, Medrano y San Asensio y asentadas en suelos con dos tipos de composición, arcillo calcárea y arcillo ferroso. En el proceso de vinificación, se procede con una fermentación que tiene lugar en depósitos de acero inoxidable, maceración y remontados y un delestage. Llega después la maloláctica en continente de hormigón y la maduración en barricas de madera de roble americano y francés, durante un tiempo que según criterios enológicos se extiende en función de las características de cada añada entre doce y catorce meses. Antes de salir al mercado afina en depósitos de hormigón y botellero. Descorche y primer servicio en copa, exhibe una cromática roja picota, con reflejos púrpura y grana, limpio, brillante. En la cercanía aromática, amanecen registros que recuerdan fruta roja en sazón, con gestos de confitura, ahumados, tostados y balsámicos, vainilla y coco y un final torrefacto que redondea el perfume. Boca con entrada suave, recorrido con media amplitud, frescura y calidez entrelazadas, buena seña de persistencia. Los taninos se muestran golosos, bruñidos. Hay una buena integración entre fruta y madera pero conviene darle un tiempo de aireación antes de su disfrute, al menos en la botella que me ha tocado. Un crianza de Rioja en buen estado de forma para su consumo y su armonía, por ejemplo con un bacalao a la riojana o una entraña de ternera.

Puntos El Alma del Vino : 16’25/20.

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