Bodegas Ostatu Blanco 2023.


La roca blanca de Bodegas Ostatu. Hacen bien en reivindicarla y en difundir su existencia en el subsuelo de sus viñedos. La base de las plantaciones tiene más trascendencia de lo que muchos creen y de lo que algunos irreverentes cubiertos por un manto de encorsetamiento académico aventuran. El vino blanco de la familia Sáenz de Samaniego, zona alavesa de la denominación de origen Rioja, se elabora con uvas de las castas Viura, mayoritaria, y Malvasía, fruta madre procedente de las zonas elevadas de los viñedos más antiguos ubicados en los términos municipales de Samaniego, Laguardia y Leza, a una altitud de quinientos ochenta metros. Son suelos arcillo calcáreos, con esa categoría de subsuelo ya mencionada. Influencia climatológica mediterránea con influjo atlántico en un vino que se elabora, tras la cosecha del fruto, mediando despalillado y estrujado, maceración y fermentado del mosto con presencia de lías en depósitos de acero inoxidable. Limpia y brillante estampa visual tras el primer servicio en copa, amarillo pajizo, muy livianos acerados. La nariz recoge nostalgias cítricas, melocotón de viña, ciruelas claudia y manzana golden. Algún tono floral, con recuerdos muy suaves de campo en primavera. La boca abre muy fresca, bien desplegada la línea de acidez, nota untuosa suficiente para dar volumen y goloso punto final que hace que el degustador piense en la fruta y en concreto al aporte de Malvasía al conjunto. Agradable y juvenil en una buena edición de cosecha.

Puntos El Alma del Vino: 16’25/20.

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