Capellanía es una de las referencias faro de la denominación de origen Rioja, en lo que a la variedad Viura se refiere. Su habitual empaque y temple, cosecha a cosecha, hacen de esta etiqueta algo más que una sonora propuesta. En el mes de julio de 2020 y acompañado por un grupo de amigos durante una comida de encuentros, descorchamos esta edición de vendimia 2015, armado yo de mi pequeña agenda de apuntes. Rescato en el presente, mis reflexiones sobre el vino en cuestión. La Macabeo de otras latitudes, Languedoc-Rosellón y Catalunya, es una vid de gran rendimiento, de racimos compactos y grandes, color dorado y piel fina. Algunos le achacan cierta, llamémoslo así, neutralidad aromática. Yo soy un enamorado de esta variedad, incluso encauzada en vinos espumosos, algunos he catado durante mis incursiones en casa de algún que otro viticultor riojano. La fruta madre con la que se elabora este vino procede de vendimia en Pago Capellanía, terreno ubicado a cuatrocientos ochenta y cinco metros de altitud, en lo más alto de Finca Ygay. Ya en bodega se procede con estrujado de los racimos, y después de un corto tiempo de contacto con pieles, se prensa mediante una gestión fina y lenta, a fin de potenciar la extracción aromática. Llega entonces la fermentación alcohólica en depósitos de acero inoxidable y el tiempo de maduración final, que se extiende durante quince meses en barricas de madera nueva de roble francés.
En copa parada se plantea un escenario amarillo pajizo y dorado, limpio y brillante. Cercanía aromática poblada de nostalgias a fruta cítrica, ciruelas claudia, redondeando en segundo plano con recuerdos de almendra verde, hinojos y muy liviano cereal, realzado en el epílogo del perfume con motivos de matorral. La boca abre con un muy marcado registro de limpia frescura, paso graso, glicérico, equilibrio y volumen. Línea de acidez vertical, identitario y franco. Serena prolongación y estupenda persistencia. Dimensional en boca, encías y paladar. Ocasión para comprobar lo que la Viura puede dar de sí, tratada con tiento y mimo, explorando su innegable capacidad expresiva. Muy buena edición de vendimia.
Puntos El Alma del Vino: 18’50/20.
Comentarios
Publicar un comentario