Como bien define Luis Valentín, la variedad Tempranillo Blanco, la misma que en clave monovarietal da vida a una de las dos referencias de vino blanco de Valenciso, es un afortunado capricho de la Naturaleza. Una mutación espontánea del tempranillo tinto, que surgió en el año mil novecientos ochenta y ocho, en el término municipal de Murillo de Río Leza, gracias al encaje y agudeza de Jesús Galilea, viticultor de esa zona de la denominación de origen Rioja. Valenciso plantea este vino con un proceso de fermentación en barricas de madera de roble de grano fino del Cáucaso, que aumenta la estructura del resultado final y enriquece la complejidad, pero siempre cuidando la personalidad identitaria de la varietal. Catado y degustado en su edición de vendimia 2021, ha descrito en copa parada un cromatismo amarillo pajizo intenso, limpio y brillante, con algún reflejo dorado. La nariz recoge evocaciones de fruta cítrica, ciruelas claudia, piña y lichis, nuez, un tic de melosidad, con redondeo del perfume en clave tostada muy fina. Entra en boca con frescura, pulpa y prolongación, buena expresión del lineal de acidez, goloso y con un paso envolvente, cremoso. Influencia del roble bien integrada. Buena edición de añada de una de las referencias de la bodega de Ollauri.
Puntos El Alma del Vino: 17’25/20.
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