Bernabeleva Camino de Navaherreros 2022.



El interés por saber a qué dan lugar unas viñas viejas de la varietal Garnacha asentadas en suelos de composición granítica, me hizo descorchar esta botella de la referencia Camino de Navaherreros, en su edición de añada 2022. La premeditada osadía íntima de transgredir los cánones convencionales de armonías gastronómicas, me ha hecho unir una copa de este vino acogido a la apelación Vinos de Madrid CRDO, con un pescado, pargo, besugo argentino, elaborado al horno siguiendo las reglas de la credencial bilbaína. Incontestable juego de texturas, aromas y sabores. Miguel Maestre al frente de una elaboración, que tras la cosecha manual de los racimos y el porte de los mismos a bodega, incluye fermentación espontánea en tinos de madera de roble, con presencia de raspón en un cincuenta por ciento. Posterior maduración de seis meses en el mismo continente. El resultado pincela desde el interior de la copa un identitario cromatismo rojo picota, limpio y brillante, con reflejos purpúreos. Nariz que abre engalanada por memorias de fruta roja en sazón, ligero punto de kirsch, con esencia cítrica de naranja, algún ligero recuerdo balsámico, en menor intensidad tostado, matorral de monte bajo. En el epílogo del perfume guiño de cacao. Entrada en boca muy sabrosa y jugosa, la acidez se expande en traza vertical, con longitud, media fluidez, taninos pulidos y golosos. Ofrece una buena seña de persistencia. Une en la retronasal, a la expresión de la fruta, un registro tostado que le aporta enjundia. Ante todo, demuestra franqueza identitaria. Una estupenda edición de añada de esta referencia plena en frescura, de la bodega Bernabeleva.

Puntos El Alma del Vino : 17’50/20.

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