Viura de Abalos, fruta procedente de una parcela nombrada como Santa Ana que se ubica a una altitud de seiscientos metros sobre el nivel del mar, con suelos de componente calizo en superficie. Cosecha manual del fruto y ya en bodega maceración pelicular durante dos jornadas, seguida por suave prensado, desfangado y la preceptiva fermentación alcohólica. Acto final con un afinado sobre lías que se prolonga durante once meses en barricas de madera nueva de roble francés y también una proporción madera de segundo uso, con removidos según el criterio del enólogo Ricardo Fernández. “Aquí nunca se habían hecho blancos, así que pregunté a mi abuelo dónde podía encontrar las mejores uvas. ‘Allá en Santa Ana se cría una buena viura’, me dijo, así que probé suerte”.
Así relataba Ricardo el punto de arranque de esta referencia en una entrevista realizada por la periodista Leire Díaz, en septiembre de 2022. Trasciende desde el interior de la copa un cromatismo amarillo pajizo, limpio y brillante, nariz con nostalgias de pera conferencia, manzana, cítricos, balsámicos suaves, más finos recuerdos de pan de yema, con guiños que evocan flor de azahar. La boca es sápida desde el arranque, buen despliegue de frescura, tiro de acidez prolongado que se coordina con una buena integración del grado y un paso untuoso que le aporta empaque. Un vino de Abalos sugerente, identitario y como dijo el abuelo de Ricardo, muy respetuoso con la perla blanca de Rioja, la Viura. Muy buena edición de vendimia, esta del 2021.
Puntos El Alma del Vino: 17’25/20.
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