Puedo decir que me ha impactado esta referencia de Bodega Inurrieta, un monovarietal de la casta Syrah, vino tinto tras del que no se esconde el trabajo enológico de Jabier Marquinez Villarreal. Edición de vendimia 2021, plena ducha de fruta, amplio, sustancioso, expandido en boca y paladar con una intensidad digna de aplauso. Tras el inicial descorche, he servido en copa y he esperado unos minutos, dejando que la fruta alcance la expresión más clara y serena. Puro Vicio, nombre de pila. Muy apropiado. Densidad visual, rojo picota oscuro, limpio y brillante, reflejos violáceos. La nariz enarbola un primer plano de fruta negra madura, escoltada en segunda instancia con balsámicos, nostalgias de resinas, hoja de tabaco, un fino guiño especiado, coco, lavanda y mentol, tic de terrosidad, pimienta rosa y pan de yema. Gobierna la fruta. La complejidad varietal y la debida a la influencia del roble americano utilizado en la maduración, le aportan un gesto excepcional, matizando la expresión frutal pero sin nublarla. Boca sápida, larga, amplia y prolongada. Equilibrio entre acidez y grado alcohólico, volumen, estructura, taninos pulidos y golosos, muy buen tono de persistencia. La retronasal añade recuerdos de confituras, moras de zarza, ciruelas y nuez, olivas negras y grafito.
En la elaboración se incluyen fermentación en depósitos troncocónicos y tinas de madera y una maduración de quince meses en barricas nuevas de madera de roble americano.
Inmenso. Salivación frente a la copa y potencia desde su interior.
Puntos El Alma del Vino: 17’75/20.

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