Los hermanos suizos John y Peter Delmonico han pasado a la historia por ser los pioneros en la alta restauración de la ciudad de Nueva York, no solo por su pionera línea argumental de menú a la carta, sino también por regentar uno de los primeros establecimientos en contar con una carta de vinos. Hablamos del siglo diecinueve. En el presente y en el corazón del distrito bordelés de Lesparre-Médoc, zona de Margaux-Cantenac, el dominio Château Lescalle presenta en en mercado este homenaje al restaurante de la Gran Manzana, cristalizado en un vino tinto Bordeaux Supérieur que resulta del ensamblaje de cuatro varietales, mayoritaria Merlot y Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Petit Verdot. Acredita un vinificado convencional, madurando durante veinticuatro meses en barricas de madera de roble francés. Cromatismo rojo picota, reflejos púrpura, muy limpio y brillante. Perfume franco con fruta negra en sazón, balsámicos y olivas negras, eucalipto, muy finos especiados, algún guiño ahumado liviano y fondo de cacao y lácteos, evocaciones de Gâteau Opéra. Arranque intenso en boca, ducha de fruta, hercúleo pero sedoso, buena línea de acidez, sapidez y seña tánica ligeramente marcada y fundente. Prolongado, fresco y con la fruta en primer término, impecable. Reivindicar el vino presente siempre en una buena mesa, trazada con criterio y profesionalidad, tanto en cocina como en comedor, es un acto sereno y apropiado de reivindicación. Porque sin vino, la comida es incompleta. Delmonico 2020 sirve a la causa. La batalla continúa.
Puntos El Alma del Vino : 17’25/20.
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