Uvas de Tempranillo procedentes de viñas de Laguardia, fruta de Garnacha de Tudelilla y Mazuelo de Najera. Ese es el guion estructural de esta referencia La Nave en edición de añada 2020, obra del enólogo sudafricano Bryan MacRobert, en su proyecto con la familia Canals. Los racimos brotan en plantas asentadas en suelos de composición arcillosa y pedregosa, influídas por una climatología atlántica y mediterránea. Su elaboración no incluye madera, solo, que no es poco, selección del grano, despalillado y fermentado alcohólico en continentes de acero inoxidable, utilizando levaduras indígenas. Afable, con la fruta dirigiendo su exhibición, cromatismo rojo picota con tonalidades purpúreas, limpio y brillante. Esboza en nariz nostalgias de fruta roja en sazón, balsámicos en segundo plano y un punto silvestre menos marcado. Perfume muy primario que deja paso a una entrada en boca fluida, sostenido de principio a fin, crepitante y lozano. La traza de acidez y el grado mantienen equilibrio, con la expresión tánica marcada, golosa y fundente. No es necesaria amplia retórica para describir este vino, es sencillo, muy correcto, pulposo, no alcanza mi definición de ducha de fruta pero si demuestra un sello de concentración, óptima maduración y franqueza identitaria. Un vino de calidad en el campo y buena gestión en bodega. Ideal para armonías diversas. Desde una tortilla de patata a un ágape de chuletillas de cordero al sarmiento. No es fácil, es versátil.
Puntos El Alma del Vino: 17/20.
Comentarios
Publicar un comentario