João Eduardo Novais Malheiro Tavares de Pina es un artesano de la vitivinicultura que ejerce sus labores en la región portuguesa de Dao. Uno de sus hijos responde al nombre de pila de Leno Leno, una expresión de uvas de Mencía y Touriga Nacional que en su edición de vendimia 2020 me llega desde la localidad de Penalva Do Castelo, ubicación del dominio. Un vino que tras el descorche y servicio en copa, ha necesitado unos minutos de aireación, aparece en escena cerrado. Tras esa pausa, la fruta florea, abierta, muy sápida y con buena seña de estructura, se alza crepitante, con un paso cálido y una traza de acidez bien delineada, longitud y persistencia. Gestos de kirsch, la frutilla licorosa, recuerdos de cerezas, ciruelas y grosellas, matorral de monte bajo, eucalipto. Tiene rasgos de rústica sonrisa, en la entrada, cuando le ganas terreno y te da su confianza, se destapa y muestra unas credenciales exquisitas, muy varietales. Tanicidad marcada, fundente y un tapiz cromático rojo picota con reflejos púrpura y grana. Como cantaba el poeta Fernando Pessoa : “Boa é a vida, mas melhor é o vinho”.
Puntos El Alma del Vino: 17/20.
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