En Bodegas Betolaza llaman a esta referencia, con cariño, el abuelo. Resaco es un vino tinto de la varietal Garnacha, que narra las características de un espacio ubicado entre los términos municipales de Briones y San Vicente de la Sonsierra, paraje segmentado por el curso del río Ebro y localizado a una altitud de cuatrocientos setenta metros sobre el nivel del mar. Exposición cardinal septentrional, lindes con pendiente y ribazo. Dicen de ella que es una parcela más que centenaria que acredita terreno franco, sin cantos rodados, con suelo arenoso. Un espacio en el que han trabajado hasta cinco generaciones de la familia propietaria de esta bodega con sede en Briones. Tras una vendimia nocturna y un desgranado manual, en la vinificación, junto a las fermentaciones alcohólica y maloláctica, se emplea prensa de usillo, remontado manual, pura artesanía y tradición. Maduración en madera de roble francés. El resultado administra desde el interior de la copa un bonito, limpio y brillante, cromatismo rojo picota, con reflejos púrpura y grana, nariz que recoge nostalgias de fruta roja en sazón, guiño cítrico, memoria balsámica suave, matiz que evoca salmuera, lavanda y punto de matorral de monte bajo, jara, ámbar gris. Boca coqueta, muy varietal, fresca y con la Garnacha limpia, desnuda, dinámica. Taninos finos y pulidos. Muy buena seña de persistencia, exhibe una buena maduración del fruto y buena balanza en lo que a estructura se refiere. Vino de Tierra Brionera, en una edición de añada sápida, correcta y muy apreciable.
Puntos El Alma del Vino: 17’50/20.

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