Es una evidencia. Hay presentaciones que encandilan. Como en algunos sellos de correos, las etiquetas que van enlazadas al cristal de las botellas de vino, representan pequeñas obras de arte. Es el caso de este monovarietal de la casta Garnacha que en su edición de añada 2020 acabo de descorchar esta mañana. Marqués Reinosa y su enóloga titular Ana Rubio plantean una inyección de frescura, que cumple, a ciegas, con la expresión identitaria de la variedad que representa. Y como es justo reconocer las autorías artísticas, máxime cuando resultan agradables a la vista, menciono también a las responsables de Crea3 Publicidad, Natalia Tubía, Tamara Noguero Garcia y el resto de artífices. Una Garnacha de Rioja Oriental, juguetona, crispeante, plena en viveza, relatora, con media fluidez y un guiño de confitura sobre base de fruta roja en sazón y guiño cítrico. Hay algún gesto silvestre, de paseo primaveral por geografía de monte bajo. Nervadura en su prolongación, persistente en seña media alta, en su fase de análisis retronasal apunto guindas, kirsch, jaleas de cereza, ralladura de naranja y bergamota. La mitad de la alegría reside en hablar de ella. Este es un vino en una edición de cosecha, que transmite eso precisamente, alegría.
Puntos El Alma del Vino: 17’25/20.
Comentarios
Publicar un comentario