Un vino tinto monovarietal de la casta Tempranillo, elaborado por Pedro Peciña, en honor a su madre, porque ya se sabe que madre no hay más que una. Me encantan los vinos homenaje y Pedro es un licenciado en ello. Y me gustan no solo por ser un incondicional seguidor de este proyecto, sino porque detrás de homenajes personales se intuye pasión y sensibilidad. La Viña de La Merce, referencia que he disfrutado con anterioridad en múltiples ocasiones, tal vez la que más dentro de la colección de Peciña, en su edición de vendimia 2021, expresa finura, persistencia y equilibrio, y tal cual no es poco. Fruta procedente de viñas con una antigüedad media de cuarenta años, localizados a una altitud de seiscientos cincuenta metros sobre el nivel del mar y emplazadas en pendiente, dentro del término de Rivas de Tereso, aldea de San Vicente de la Sonsierra, con la Sierra del Toloño como testigo de guardia. Vinificación convencional y maduración de catorce meses en barricas de madera de roble. Sedoso, con testigos aromáticos de fruta fresca en sazón, roja, balsámicos y motivos silvestres, tostados tenues, la influencia de la madera en segundo plano. Amplio, largo, se desplaza con viveza, taninos pulidos y golosos, y además de la fruta como protagonista en la retronasal, apunto registros que evocan jara, salvia y un fino guiño mineral. Una estupenda edición de vendimia.
Puntos El Alma del Vino: 18/20.
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