Si la luna riela en el negro mar de la noche, Rielo de Cupani centellea desde el interior de la copa, mostrando el brillo y la limpieza de una Viura de Rioja, que ve la luz en viñas de San Vicente de la Sonsierra, finca mencionada como San Andrés, asentada en suelos de componente arcillo calcáreo y presencia de canto rodado. Porta injerto con patrón Rupestris de Lot. Cosecha manual del fruto, procediendo en bodega con prensado y fermentación de un porcentaje en barrica de madera de roble francés, otro en depósito de acero inoxidable y una tercera parte en huevo de condición flextank. Finalizada la fermentación se procede con trasiega y una maduración de siete meses en roble, con removido de lías. Exhibe un matizado cromático con tono amarillo pajizo limpio y brillante y alguna tímida seña dorada, nariz que esboza recuerdos de pera, ciruela proustiana, flor de azahar, tic meloso y pu-erh tea, cereal tostado, suave nota balsámica. Buena complejidad, siempre con los testigos frutales en primer plano. Boca sabrosa, buen tiro de acidez, fresco y con un paso medio glicérico, volumen y balanza en la estructura. Amable y prolongado, fondo salino en la retronasal. Rielo 2019, expresión identitaria y untuosa proyección en boca y paladar.
Puntos El Alma del Vino: 17’50/20.
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