De los viñedos mencionados como Abargues, Marina Alta, El Veneno y Los Burros, que cumplen su ciclo vegetativo con una marcada influencia climatológica mediterránea, acreditando una antigüedad media de más de cincuenta años y asentados en suelos de componente arcillo ferroso y franco arenoso, surge la fruta de las variedades Monastrell, mayoritaria, Giró y Alicante Bouschet, con la que el enólogo alfasino Pepe Mendoza elabora esta referencia Casa Agrícola Tinto 2022, que he catado y degustado, mediando momentos de buen alborozo y sana satisfacción. Porque expresa frescura y personalidad, sencillez y carácter. Tras la preceptiva cosecha de los racimos y el traslado a bodega, se procede con un prensado suave al que sigue un fermentado alcohólico en depósitos de acero inoxidable, usando levaduras indígenas y un treinta porcentual de racimo entero. Madura durante un año en continentes de acero inoxidable. Estampa picota púrpura con limpieza y brillo, nariz que marca nostalgias de fruta roja madura, flores rojas, tomillo y bergamota, ládano, balsámicos, con un guiño amplio de matorral de monte bajo, concepto aromático silvestre, primaveral. Expone fluidez en el paso por boca, buen tiro de acidez, lineal, estupendo guión de estructura, taninos finos, buen despliegue retronasal, orgullosa la fruta, grosellas y cerezas, frescura en alcance y llegada. Mediterráneo, natural y sin estridencias.
Puntos El Alma del Vino: 17’75/20.
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