Esperar la nueva añada de la maceración carbónica de Bodegas Muga es algo así como un clásico en nuestra rutina, igual que la final de la Champions en fútbol o el concierto de Año Nuevo desde la musical Viena. Bendita rutina. Porque Eneas es una campanada jugosa, fresca, frutal, un referente que algunos alegres bebedores han llegado a calificar como el vino del amor. Anecdotario al margen, estamos delante de una base mayoritaria de uvas de la casta Tempranillo, con un aporte menor de Viura. Un proceso de fermentación de uva entera, sin despalillado y prensado, con atmósfera de dióxido de carbono mediante. Fruta roja y en menor medida negra en sazón, punta cítrica menor, jaleas, siropes, confites, esencia de bergamota, violetas. Un marco estético que exhibe un cromatismo limpio y brillante, purpúreos, malvas. Larga expresión en boca y paladar, paso pleno en frescura, gozosa línea de acidez, controlada y armónica, seña sustanciosa, ducha de fruta, moras de zarza, cerezas picotas del Jerte, fresas de mata, balsámicos y flores. Buen punto de envolvencia y prolongación. Una estupenda edición de cosecha, 2023, de este referente del jarrero Barrio de la Estación. Sápido, jugoso, refrescante. La juventud es feliz porque tiene la capacidad de ver la belleza. Cualquiera que conserve la capacidad de ver la belleza jamás envejece. Lo dijo el genial escritor bohemio Franz Kafka y yo me reafirmo en ello, mientras sigo disfrutando de este vino.
Puntos El Alma del Vino: 18’50/20.
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