Celler Piñol Vi Dolç Garnacha Blanca 2017.


Hablar de Celler Piñol es profundizar en la historia de las mujeres de una familia, desde la abuela Teresina, pasando por la posterior presencia técnica y enológica de Josefina Piñol, una de las mujeres pioneras en Catalunya en la gestión vitivinícola de un dominio. Es este un vino dulce elaborado con fruta de la variedad Garnacha Blanca, procedente de la Parcela Massalocans, propiedad de la bodega. Espacio que se asienta en suelos de componente arcillo calcáreo, localizado a una altitud media de cuatrocientos cincuenta metros sobre el nivel del mar e influenciada por una climatología de carácter mediterráneo. Cosecha tardía y vinificación convencional, finalizando con una maduración de doce meses en barricas de madera de roble francés. Juanjo Galcerá Piñol, hijo de Josefina, es el actual responsable enólogo de esta y otras referencias. La vid sale de la tierra, y la tierra es vida, decía este hombre en una entrevista reciente. Un buen hilo conductor. Presenta en copa parada una estética limpia, tono ambarino, yodado, reflejos cidros, señales glicéricas, lágrimas en la pared de la copa. Recuerdos aromáticos de jaleas citricas, melocotón de viña, frutos secos tostados, matorral de brezo, mazapán y pain d’épice. Entrada en boca directa, elegante y golosa en el paso, armonioso y untuoso, con una seña envolvente muy gratificante y una óptima persistencia. Uno de esos vinos confiteros, detrás del que se intuye un mimo especial, una pasión por el trabajo bien hecho, incluyendo labores de agricultura ecológica en el viñedo.

Puntos El Alma del Vino: 18’75/20.

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