Serenísima Graciano. Con esa brevedad puedo describir mis sensaciones personales tras catar este Desvelo en edición de vendimia 2020, referencia de la colección de vinos que Bodega Hacienda Grimón presenta en el mercado. La asilvestrada condición de esta varietal tiene aquí un planteamiento identitario óptimo, pausado que no domado, fresco, lozano, pero también con visos de futuro, como nunca debe faltar cuando uno se aproxima a un vino de esta variedad. Intenso, fruta negra mayoritaria en su expresión aromática y retronasal, guiño cítrico y silvestre muy suave, amplitud balsámica, regaliz, lavanda, con nostalgias de ámbar gris y un fondo tostado fino. Cromática púrpura, limpio y brillante. Buen tapiz de lágrima en copa. Taninos marcados, buen lineal de acidez, golpe de frescura en el avance, sedoso, douche aux fruits, rotundo, identificable a ciegas, una cita con la mejor cara de la uva Graciano. Muy destacada persistencia, engalana encías, lengua y paladar con viveza. Tiene vida por delante pero quienes disfruten con la Graciano, pueden descorchar y comprobar sin purismos vitivinícolas, lo bien que gestiona su exhibición esta referencia. Su vinificación incluye primera fermentación de mosto, sangrado a depósito y escurrido mediante el peso de los hollejos hasta el prensado. Con la lágrima del vino se inicia la segunda fermentación en barrica nueva. Finaliza con con fermentación maloláctica en barrica de madera nueva de roble americano y francés. Finalizo como empecé : rascando en mi baúl de los recuerdos, la cata y degustación de este Desvelo Graciano, me ha hecho recordar mi infancia confitera, una mezcla de caramelo de violeta y extracto de regaliz.
Emotivo, frutal, balsámico y perentorio.
Puntos El Alma del Vino: 18’50+/20.
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