Josep Maria Pujol-Busquets es el enólogo responsable de esta referencia, un Orange Wine que tiene su fundamento en las varietales Pansa Blanca y Pansa Rosada, con un marcado perfil mediterráneo. Fruta que surge de viñas que cumplen su ciclo vegetativo en terrenos de composición sauló, piedra de granito meteorizada, arenas, arcillas y limos, que avala muy buena condición de permeabilidad. Tras una cosecha manual de la fruta, se procede en bodega con un suave prensado para la obtención del mosto, siguiendo con una fermentación espontánea en ánforas en compañía de las pieles. Dos meses de macerado buscando incrementar la estructura. Y luego y como explicaba el viñador alicantino Rafa Bernabé en una entrevista del pasado, surge “esa magia que se produce cuando suben las levaduras, las lías y la proteína del vino, que es lo que da la intensidad en boca”. Gestión de battonage natural dentro de las ánforas llegando al final de la vinificación en buen término. En copa parada esgrime una cromática dorada ambarina, cierta no intensa turbidez propia de estos vinos, en la proximidad aromática amanecen nostalgias cítricas, iniciales tics jabonosos que van desapareciendo, flores y balsámicos. Levaduras, miga de pan. Se recrea en boca con sutileza, apunta media untuosidad, buena traza de acidez, con estructura y llegada. Se detecta el guiño de las lías, con una magnifica personalidad. Un vino en una añada que funde sensibilidad y frescura. La expresión del sauló y la franqueza en la labor de una gran bodega.
Puntos El Alma del Vino : 17/20.
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